Por Redacción MotorInmobiliario | Octubre 2025
El mercado inmobiliario chileno comienza a mostrar tímidas señales de recuperación tras un 2024 marcado por una fuerte contracción. Según cifras oficiales, el año pasado cerró con una caída del **9,4% en las ventas de viviendas**, reflejo de un escenario económico complejo, tasas de interés elevadas y restricciones de acceso al crédito que afectaron especialmente a los segmentos medios.
Para 2025, los analistas proyectan una **leve reactivación**, impulsada por medidas estatales como el **FOGAES** y el **subsidio a la tasa de interés**, que buscan facilitar el acceso a la vivienda mediante garantías estatales y reducción de dividendos. Sin embargo, el nivel de actividad sigue siendo **26% inferior al promedio histórico**, lo que evidencia que la recuperación será gradual y aún enfrenta desafíos estructurales.
Uno de los datos más reveladores es la composición de la oferta actual: **el 70% de las propiedades disponibles corresponde a viviendas menores de 4.000 UF**, lo que confirma el giro del mercado hacia unidades más accesibles, en respuesta a la caída del poder adquisitivo y al endurecimiento de las condiciones crediticias.
Expertos del rubro señalan que este fenómeno está redefiniendo el perfil del comprador y obligando a las inmobiliarias a ajustar sus estrategias, priorizando proyectos compactos, eficientes y con alto estándar de terminaciones. A su vez, los brokers financieros e inmobiliarios cumplen un rol clave en **filtrar oportunidades reales, blindar operaciones y asesorar con precisión**, especialmente en regiones como La Araucanía, donde la demanda se mantiene activa pero cautelosa.
En este contexto, la confianza, la trazabilidad legal y la capacidad de adaptación serán los pilares para navegar un mercado que, aunque debilitado, comienza a mostrar signos de vida.